Comienza hoy tu camino hacia el bienestar emocional

Quien bien te quiere te hará feliz

PILARES DE UNA RELACIÓN SANA DE PAREJA

Encontrar una persona con la que los sentimientos sean recíprocos y con la que encajar es una verdadera suerte y a veces complicado. Por ello, una vez que hemos encontrado a alguien así, deberíamos ser capaces de mantenerlo y de crear una relación sana. ¿Cómo podemos hacerlo?

La mejor manera de hacer perdurar una relación es crear unos pilares sólidos y sanos, que sean capaces de sostener la relación a pesar de todos los problemas o inconvenientes que se presenten. Esto se consigue trabajando en equipo.

Cuando conocemos a una persona, al principio todo parece más bonito, la ilusión inunda la relación y se vive todo de una forma muy intensa ¿Por qué ocurre esto? Al margen de los cambios a nivel químico y hormonal en nuestro cerebro, ambas partes muestran la mejor versión de si mismo. Esto es algo que debemos hacer durar en el tiempo, por que nuestra mejor versión siempre nos acompaña, somos nosotros los que decidimos si enseñarla o no. En cuanto a los aspectos negativos, no debemos esconderlos, ya que forman parte de nosotros, sin embargo, podemos modularlos y tratar de controlarlos.

¿Cuáles son los pilares de una relación sana? Una relación de pareja es compleja, y cada una es diferente a la anterior, sin embargo, hay 6 pilares fundamentales que no pueden faltar en ninguna de ellas:

1. AMOR

El amor es el motor de una pareja, sin embargo, tenemos que tener en cuenta que el amor es un sentimiento, y como cualquier otro puede variar, manifestarse de diferentes maneras, fortalecerse o desvanecerse.

Para conseguir que el amor se convierta en un sentimiento lo más estable posible, debemos conseguir que el resto de pilares estén bien consolidados.

2. COMUNICACIÓN

La comunicación es el canal perfecto para resolver problemas y tomar decisiones. Una buena comunicación no garantiza la ausencia de problemas, pero sí una adecuada resolución de ellos.

Es habitual escuchar cosas como “si tengo que pedirlo ya no lo quiero”, pero esto es un gran ERROR. La otra persona no es adivina, no lee tus pensamientos y no es exactamente igual a ti en todo. Seguro que tiene pensamientos diferentes, no le afectan las cosas de la misma manera que a ti y tiene otra forma de afrontar lo que ocurre. Por ello, es muy probable que cuando tu necesites algo, la otra persona no llegue a darse cuenta de ello. Es decir, si por ejemplo has tenido un mal día y necesitas un poco de ánimo y cariño, pero la otra persona no lo hace, explícale que has tenido un mal día y PIDE lo que necesites.

Muchas veces esperamos de otras personas lo que haríamos nosotros en una situación determinada, pero esto es un error debido a que cada persona es totalmente diferente a otra. Si necesitamos algo debemos pedirlo.

En una relación es imprescindible expresar nuestros sentimientos, pensamientos y opiniones, permitiendo al otro las exprese de la misma manera, sobre todo cuando surge un problema. Para que la comunicación sea efectiva debe ser una comunicación asertiva, es decir, basada en el respeto hacia uno mismo y hacia el otro. Para ello, es importante que seamos capaces de expresar de igual forma lo malo y lo bueno. Es decir, debemos expresar tanto lo que nos ha molestado y cómo nos hace sentir, como cualidades y muestras de afecto (evitando que estas últimas dejen de verbalizarse con el tiempo). Además, es importante también que lo valoremos cuando lo hace el otro.

Lo importante no es quién tiene la razón, sino cuál es la solución al problema

A la hora de expresar cosas que nos molestan es esencial que evitemos acusaciones, calificaciones o generalizaciones, por ejemplo:

QUÉ NO HACERQUÉ HACER
“¡Otra vez me estás ignorando!”“¿Me estás escuchando?”
“¡No me haces ni caso!”
“Eres un desastre, siempre te lo tengo que estar recordando todo”“Últimamente me he dado cuenta de que se te olvidan algunas cosas importantes, ¿por qué no las apuntas en la agenda?
“Siempre soy yo la que propone cosas para hacer, a ver cuando propones tú algo”“¿Qué te apetece hacer a ti hoy?”
“Que pesad@ eres, siempre me dices que hablo demasiado alto por teléfono”“Se que puede resultar molesto, lo hago de manera inconsciente. Perdón, intentaré hablar menos fuerte las próximas veces”

Debemos aprender a hablar sin herir y a escuchar para comprender y no para responder.

Cuando surge un problema debemos expresarnos, tratar de entender al otro y esforzarnos por encontrar un punto medio en el que ambas partes estén satisfechas. Sin embargo, esto se debe hacer en el momento adecuado (podemos tomar un tiempo para calmarnos y reflexionar si es necesario) y evitando mencionar peleas previas, debemos centrarnos en el problema actual.

Dejarse de hablar de manera indefinida no es una solución, es una pérdida de tiempo.

La comunicación es esencial en todos los aspectos de una pareja, lo cual incluye la comunicación sexual. El sexo es cosa de dos y por tanto es imprescindible que ambos seáis capaces de hablar sobre los gustos personales y os sintáis cómodos para ello.

3. RESPETO

El respeto es esencial en cualquier relación, especialmente en una relación de pareja. Si existe respeto, aumentan enormemente las posibilidades de una comunicación adecuada y de tener confianza. El respeto debe estar presente en todo momento, incluyendo por supuesto los desacuerdos, enfados o discusiones.

¿Cómo se muestra el respeto?

  • Hablando las cosas de forma abierta y con sinceridad.
  • Tratando al otro de forma amable.
  • Escuchándose mutuamente.
  • Apoyándose el uno al otro en proyectos o intereses personales.
  • Ayudándose a crecer mutuamente.
  • Cumpliendo los límites acordados en la pareja.
  • Ceder ante determinados problemas para tratar de solucionarlos, pero siempre respetándose a uno mismo, es decir, se puede ceder siempre y cuando no se vean comprometidos nuestros valores, creencias o emociones. Si ceder ante un problema va a suponer un gran malestar, un sacrificio o te va a perjudicar de algún modo no debes hacerlo. Si en una relación siempre cede el mismo, hay algo que no funciona… debe ser equilibrado.
  • Nunca deben producirse gritos, insultos, reproches, desprecios, críticas hostiles, violencia…

4. CONFIANZA

La confianza se construye con tiempo y esfuerzo, debemos ir generándola con nuestros comportamientos hasta que se convierte en algo natural en la pareja. Aún así, debemos tener en cuenta que la confianza es algo muy frágil y aunque tarde mucho en conseguirse, podemos destruirla en unos minutos.

La confianza está ligada a la sinceridad. Las mentiras y engaños son capaces de romper cualquier confianza, por lo que la clave para poder mantener la confianza en pareja es ser sinceros con el otro en cuanto a gustos, sentimientos, pensamientos, valores, relaciones, actividades…

5. ESPACIO PROPIO

Cada miembro de la pareja debe disponer de un espacio propio, dedicarse tiempo a sí mismo, a sus propias amistades, hobbies, intereses… De no ser así, existe una alta probabilidad de crear dependencia emocional por parte de uno de los dos o ambos.

Cada uno debe crecer a nivel individual para poder crecer en pareja

El hecho de que cada uno tenga su espacio personal es una muestra de amor, confianza y complicidad que ayudará a que la relación sea duradera.

¿QUÉ MÁS SE PUEDE HACER PARA CONSTRUIR UNA RELACIÓN SANA?

1. APRECIAR CADA DETALLE

Un mensaje, un “te quiero”, darse la mano, una sorpresa, planear una escapada… son pequeños detalles que, aunque estén presentes durante toda la relación no debemos dejar de valorar, ya que contribuyen al mantenimiento de la ilusión y del afecto.

2. ACORDAR REGLAS

No se consigue una relación sana de forma espontánea, si no que se requieren ciertas responsabilidades que deben darse por igual en ambos. Es recomendable acordar cuáles son esas responsabilidades y cómo deben llevarse a cabo.

3. APRENDER A PERDONAR Y A PEDIR PERDÓN

En todas las parejas existen problemas inevitables ya que está compuesta por dos personas diferentes, por ello, nos vamos a encontrar con muchas situaciones en las que tendremos que pedir perdón o perdonar a la otra persona para continuar, siempre y cuando no se hayan pasado los límites establecidos.

4. ACEPTAR LAS DIFERENCIAS

Las parejas están formadas por personas, y todas las personas son diferentes unas a otras. Es imposible que la persona a la que quieres actúe como tu lo harías, diga lo que a ti te gustaría o reaccione como tú crees que debería. Por ello, debéis conoceros en profundidad y aceptar las diferencias que hay entre ambos.

5. DESTERRAR EL “YO SOY ASÍ”

No debemos cambiar por nadie, sin embargo, si existen ciertas actitudes o comportamientos que dañan a otras personas, podemos intentar observarnos a nosotros mismos y reflexionar a cerca de si es algo que deberíamos cambiar para crecer a nivel personal o no.

Una relación sana no es una relación ideal que se consigue sin trabajo. Es una relación en la que existen problemas, pero en la que se trabaja juntos para conseguir soluciones efectivas y hacer crecer la relación. Además, existirán problemas a nivel individual que impedirán a un miembro de la pareja dar el 100% en cada momento, por lo que será la otra persona la que tendrá que poner más de su parte en esos momentos y viceversa. Debe ser todo recíproco, bidireccional.

Se trata de encontrar un equilibrio que proporcione felicidad a ambas partes.

Amor romántico

¿QUE ES EL AMOR ROMÁNTICO?

El amor romántico es una construcción social que hemos interiorizado la mayor parte de las personas. Son creencias irracionales sobre el amor eterno, sacrificado, verdadero y del amor como única fuente de felicidad, que influyen en nuestros pensamientos y en nuestros actos, dando lugar a expectativas irreales que no podemos cumplir.

Debemos terminar con los mitos que sostienen el amor romántico, lo cual nada tiene que ver con el romanticismo, ya que este último es esencial en una relación. Es decir, el amor romántico y el romanticismo no es lo mismo. Los pequeños detalles unen y aportan felicidad a la pareja. Mantener el romanticismo da vida a la relación y proporciona seguridad, esperanza, estabilidad…

Ahora bien, una relación sana está basada en distintos pilares, que distan mucho de las creencias que hemos ido interiorizando a nivel social y que debemos erradicar

MITOS DEL AMOR ROMÁNTICO

Mito 1: El amor de mi vida. El amor verdadero dura para siempre.

Según esto, solo existe un amor en la vida y debe durar eternamente. Por tanto, si ese amor fracasa, también lo haces tú. Además, implica que, aunque se esté sufriendo en la relación hay que seguir con ella.

Nada más lejos de la realidad. Las relaciones sentimentales pueden romperse por infinidad de motivos o circunstancias de la vida, lo cual se debe tener en cuenta ya que de lo contrario crearemos expectativas demasiado altas que provocarán gran frustración y malestar. Por tanto, lo importante es crear tu propia felicidad individual, así como disfrutar del día a día en pareja, aprender de la persona que tienes al lado y crecer juntos. De manera que, si en algún momento debe acabar la relación no debe ser considerado un fracaso.

Mito 2: Media naranja. El amor está predestinado. Necesito encontrarlo para ser feliz.

Este mito se basa en la creencia de que tu vida no está completa hasta que encuentras a tu mitad, una persona perfecta para ti con la que estás predestinada ya que la pareja es lo natural, el objetivo principal de la vida es encontrar una pareja eterna.

Sin embargo, tú eres una persona completa e independiente, no necesitas a nadie para completar tu vida, tu felicidad o a ti mismo. Una pareja te complementa, no te completa. No es necesaria para lograr la felicidad, cada uno de los miembros debe encontrar su felicidad individual para poder compartir una felicidad juntos.

Mito 3: El amor verdadero todo lo puede

Este mito propicia la idea de que amar es suficiente para solucionar cualquier problema, que las personas son capaces de cambiar por amor, ya que si hay amor todo se supera. Estas creencias provocan la normalización del conflicto y la compatibilidad del amor con el daño y la agresión. Además, implica que si quieres a la otra persona de verdad, debes perdonar cualquier cosa.

El amor verdadero no crece sin más, el amor se construye a partir de la comunicación, la empatía, el respeto, la sinceridad y confianza. Si el amor hace daño, no es amor.

Mito 4: Somos uno

Es la creencia de que una pareja forma una única identidad, renunciando a la propia. La realidad es que en una pareja es esencial que cada uno tenga un espacio propio (amistades, familia, hobbies…).

No es necesario compartirlo absolutamente todo, el hecho de que cada uno tenga su propio espacio personal es una muestra de amor, confianza y complicidad que contribuirá a que la relación sea duradera.

Mito 5: Quien bien te quiere te hará llorar

Este mito promueve la creencia de que la persona que realmente te quiere te dirá todo lo que piensa con “sinceridad”, podrá prohibirte cosas o incluso agredirte considerando que “es lo mejor para ti”. Esto da lugar a la normalización del maltrato tanto psicológico como físico.

La sinceridad sin empatía no es sinceridad, es crueldad. Recordemos que una pareja cada miembro es una entidad única, nadie puede prohibirte nada o tomar decisiones por ti. Tu pareja debe apoyarte y respetarte. Recuerda: quien bien te quiere te hará feliz.

Mito 6: Los celos son una muestra de amor

Este mito se basa en la idea de que uno de los ingredientes indispensables del amor verdadero son los celos, sin embargo, al afirmar que los celos son un signo de amor justificamos comportamientos inadecuados, egoístas, injustos, controladores e incluso violentos.

El amor no se demuestra a través de los celos, ya que estos son en realidad una fuente de conflictos y malestar en la pareja.

Mito 7: El amor es entrega y sacrificio

Este mito se basa en la creencia de que el amor es lo más importante de la vida y requiere entrega total. Es decir, fomenta las relaciones en las que se crea una codependencia.

Como ya hemos comentado, tu pareja forma parte de tu vida, pero NO es tu vida. No debes renunciar a tu felicidad individual para lograr una “felicidad” de pareja. Con este mito se puede llegar a normalizar el conflicto, lo cual no debemos permitir en ninguna relación.

Mito 8: Exclusividad

Este mito mantiene la creencia de que “si estoy realmente enamorado no me puedo sentir atraído por otras personas, solo me puede gustar mi pareja y por tanto solo me puedo fijar en ella”.

Esto puede suponer tanto conflictos internos como conflictos en la pareja. La realidad es que tener una relación no implica que no puedas mirar, sentirte atraído o incluso sentir algo por otras personas. El límite de esto se establece en cada pareja de manera diferente, basándose siempre en el respeto hacia el otro y no sobrepasando los límites acordados.

Mito 9: Los polos opuestos se atraen

Este mito sustenta las relaciones en las que las diferencias entre ambos miembros de la pareja provocan problemas irresolubles.

Tenemos que tener claro que una pareja está formada por dos personas diferentes y que por tanto pueden existir conflictos, sin embargo, si estos se dan de forma constante, con faltas de respeto, gritos, violencia… la relación se convierte en un tormento y por tanto en algo tóxico. La realidad es que las parejas funcionan mejor cuando comparten pensamientos, valores, gustos, proyectos de vida…

EFECTOS DEL AMOR ROMÁNTICO

Al pensar que la otra persona es la que te proporciona la felicidad y que lo es todo para ti, descuidas tu propio bienestar, llegando a sentir que le/la quieres más que a ti mismo/a.
Por otro lado, tu percepción sobre la otra persona está distorsionada ya que la idealizas rechazando, justificando o perdonando sus defectos y/o malas acciones. Además, aceptas que el otro es único y que nunca vas a encontrar a nadie así, por lo que evitas a toda costa romper la relación, aunque esta te produzca sufrimiento. Esto implica que, el simple hecho de pensar que la relación pueda terminarse, de lugar a un malestar intenso, haciéndote creer que no puedes estar sin el otro y que si la relación termina será un fracaso personal y la pérdida total de tu felicidad.

Nada más lejos de la realidad. Terminar una relación es complicado y duro, pero muchas veces es la solución adecuada para lograr realmente la felicidad. No necesitas a nadie para ser feliz.

El amor romántico favorece las relaciones tóxicas, la violencia, el control, la normalización del conflicto y la dependencia emocional, entre otros. Por ello, es importante construir una relación sobre pilares sanos como el respeto, la comunicación, la confianza y el espacio propio, y para ello debemos eliminar los mitos del amor romántico ya que son totalmente incompatibles.

Ruptura

CUANDO SE DEBE ROMPER UNA RELACIÓN

Ponerle fin a una relación sentimental es una decisión difícil de tomar. Nadie debe decirte qué debes hacer, es una decisión que debes tomar de manera individual y tras estar convencido de ello. Es recomendable que una decisión tan importante como esta se tome con calma, evitando hacerlo durante una discusión, enfado o situación estresante. A continuación, puedes leer algunas claves que pueden ayudarte a reflexionar y tomar esa decisión:

  • ¿El problema tiene solución? Esta es la primera pregunta que debes hacerte. Si te estás planteando la ruptura por un problema concreto, tienes la opción de buscar soluciones al problema. De ser así puedes buscar ayuda en terapia de pareja.
  • ¿Es esta la relación que quiero? Puedes hacer una lista de los requisitos imprescindibles que debe tener para ti una relación y después comprobar si tu relación cumple esos requisitos o si puede llegar a cumplirlos.
  • ¿Cómo se si amo a la otra persona? Cuando amas a una persona no suele haber dudas. Compara cómo te sientes ahora y cómo te sentías cuando comenzó la relación y comprobarás que antes esas dudas no existían. La duda es humana, pero si llevas un tiempo con ellas, quizá sea el momento de aclararlas.
  • ¿Cómo imagino mi vida en un futuro? Si no puedes imaginarte tu futuro sin la otra persona quizá tus dudas tengan solución, pero si ocurre lo contrario es mejor que seas sincero contigo mismo y con la otra persona.
  • ¿Cómo creo que será la relación si continuo? Si en tu futuro ves a la otra persona, pregúntate cómo avanzará la relación. Si crees que la relación puede ir a peor en vez de mejorar, es el momento de buscar soluciones alternativas.
  • ¿Cuáles son los motivos por los que actualmente sigo adelante con esta relación? Valora los motivos por los que sigues con esta relación. Si encuentras motivos por los que luchar adelante, pero si por el contrario los motivos tienen que ver con el tiempo que lleváis, las familias, lo que tenéis en común (mascota, coche, casa, hijos…) debes priorizar tu felicidad por encima de la del resto. En cuanto a los hijos, los padres deben ser un referente en todo, incluso en las relaciones amorosas. Los niños deben vivir en un entorno en el que sus padres se quieran y se demuestren ese amor, de esta manera ellos buscarán lo mismo en sus futuras relaciones. Muchas veces son los propios niños los que prefieren ver a sus padres felices por separado que discutiendo y siendo infelices juntos.
  • ¿Y si al dejarlo estoy cometiendo un error? Si crees que lo mejor es romper la relación hazlo. Si en algún momento te arrepientes puedes intentar solucionar el problema, y si no se puede deberás asumir las consecuencias, pero continuar en una relación que no te hace feliz no debería ser la opción a elegir por miedo a equivocarte, Me voy a quedar solo. No te vas a quedar solo, te vas a quedar sin pareja. Seguirás manteniendo muchos aspectos de tu vida igual (escolar, laboral, familiar, amistades…) Además, la soledad no es tan mala como creemos, cuando te enfrentas a ella puede incluso gustarte, pero si no intentas enfrentarte nunca lo descubrirás. Puede ser un buen momento para conocerte, cuidar de ti, sanar…
  • No quiero hacer daño al otro. Es normal que no quieras hacer daño a la otra persona, al fin y al cabo, aun que se haya acabado el amor de pareja siguen existiendo sentimientos y recuerdos que te unen a la otra persona. Sin embargo, es muy posible que le hagas más daño continuando con una relación que no te hace feliz que dejándola marchar, por que de esta manera le darás la oportunidad de rehacer su vida y encontrar la felicidad de otra manera.

SEÑALES DE QUE LA RELACIÓN NO FUNCIONA

Existen muchos motivos por los que una relación puede acabar, incluso puede no haber un motivo concreto, simplemente se acaba el amor. Sin embargo, a continuación, puedes leer algunas señales de que la relación no funciona como debería.

  • No hay sinceridad y se ha perdido la confianza.
  • No hay comunicación o es muy escasa.
  • No hay complicidad.
  • Hay faltas de respeto.
  • No hay muestras de cariño.
  • Nos estamos haciendo daño el uno al otro, hemos entrado en una dinámica tóxica.
  • Uno o ninguno de los dos quiere cambiar.
  • No hay pasión.

Ante estas señales, existen tres soluciones: tratar de solucionarlo con tu pareja, buscar ayuda profesional (terapia de pareja) o dar por terminada la relación. Muchas veces cuando las parejas buscan ayuda profesional es demasiado tarde y la solución es romper, si estás dudando, busca ayuda antes de que sea demasiado tarde.

CÓMO PUEDO ROMPER UNA RELACIÓN HACIENDO EL MÍNIMO DAÑO POSIBLE

Lo primero que debemos tener en cuenta es que al finalizar una relación el sufrimiento no se puede impedir por ninguna de las dos partes, pero si podemos tratar de hacer el menor daño posible.

Por otro lado, hay que tener siempre presente que la otra persona no es tu enemigo. Es una persona a la que has querido y con la que has compartido muchas cosas, por el hecho de no estar juntos no debes tratarla de mala manera ni con indiferencia.

¿Cómo podemos hacerlo?

Hazlo en persona: una vez que hayas tomado la decisión debes comunicársela a la otra persona en persona.

Elige un sitio tranquilo y solitario: busca un sitio en el que se lo puedas explicar con calma y en el que no vaya a haber interrupciones.

Elige bien el momento, utilizar el tiempo que haga falta: busca un momento en el que no pueda dejarse la conversación a medias o pueda haber interrupciones, es decir, si vas a hablarlo a las 17:00 pero a las 17:15 tienes que irte a trabajar lo más probable es que no queden las cosas claras y la otra persona se quede con muchas dudas.

Se sincero sin crueldad, asegúrate de dejar claro el mensaje: explícale cuáles son los motivos que te han llevado a tomar esta decisión. Nunca mientas a la otra persona, pero tampoco hagas que tu sinceridad sea cruel. Asegúrate, antes de dar por terminada la conversación, de que la otra persona ha entendido que es una decisión definitiva.

No culpar a nadie: no es el momento de buscar culpables. Una pareja está formada por dos personas y cada una de ellas habrá cometido fallos diferentes. Es el momento de intentar dejar la relación de una forma cordial.

Dar apoyo: cada pareja decide si seguir manteniendo el contacto o no, pero en caso afirmativo, asegúrate de que no suponga una esperanza para la otra persona. Puedes mostrarle todo tu apoyo y mostrar tu ayuda siempre que sea necesario, pero no como pareja.

Asume tu decisión: toma una decisión clara. No aumentes el sufrimiento de la otra persona dejando puertas o ventanas abiertas. Asume que tú también lo vas a pasar mal durante un tiempo, pero no tomes eso de excusa para “marear” a la otra persona.

Ordena tu vida: haz los cambios necesarios (en función del tipo de relación que tuvieras), céntrate en otros aspectos de tu vida, en cuidar de ti mismo y crear el futuro que te gustaría tener.

Beneficios psicológicos del deporte

Todos somos conocedores de la importancia del ejercicio físico para nuestra salud, tanto física como mental. Los beneficios que aparecen cuando el deporte se practica de forma habitual son múltiples, pero ¿cuáles son realmente los beneficios psicológicos del deporte?

BIENESTAR

Las personas que realizan ejercicio de forma regular sienten mayor bienestar durante y después del ejercicio. El deporte produce una sensación de optimismo y bienestar personal, que da lugar a una mejora del estado de ánimo. Esto se debe a que al realizar ejercicio físico liberamos endorfinas (conocidas como hormonas de la felicidad) que nos causan una sensación de euforia y bienestar.

Además, el ejercicio físico nos proporciona una sensación de control, ya que nos ayuda a moderar la intensidad de emociones como la ira o la agresividad, nos ayuda a mejorar la calidad del sueño y nos invita a organizar mejor nuestro tiempo.

AUTOESTIMA

Tener una autoestima alta depende de varios factores, sin embargo, el hecho de realizar ejercicio físico nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos, aumenta nuestra satisfacción personal y, además, puede contribuir a mejorar nuestra forma física. Todo ello puede dar lugar a un aumento de nuestra autoestima.

PREVENCIÓN DE PROBLEMAS PSICOLÓGICOS

La realización de ejercicio físico contribuye a la prevención de estados emocionales disruptivos y trastornos mentales. Existe evidencia científica sobre la reducción del nivel de ansiedad, depresión, tensión y estrés gracias a la práctica deportiva, favoreciendo pensamientos y estados emocionales positivos que mejoran el desarrollo de estrategias de afrontamiento positivas.

El deporte puede funcionar como distractor ante estímulos ansiógenos (causantes de ansiedad), nos ayuda a liberar la tensión y nos permite dejar escapar emociones negativas intensas.

Además, ayuda a controlar y prevenir adicciones (tabaco, alcohol y otras drogas) y trastornos del sueño como insomnio o hipersomnia, permitiéndonos regular las horas y calidad del sueño.

FUNCIONAMIENTO COGNITIVO

Los beneficios cognitivos de realizar ejercicio de forma habitual son los siguientes:

  • Favorece la concentración.
  • Mejora de la memoria y la habilidad para aprender cosas nuevas (aprendizaje).
  • Aumenta la capacidad cerebral.
  • Ralentiza y previene el deterioro cognitivo, por ejemplo, en enfermedades como el Alzheimer.

HABILIDADES SOCIALES

Se produce una mejora de las habilidades sociales, tanto de manera directa como de manera indirecta: por un lado, el hecho de realizar ejercicio en grupo o en ciertos espacios (como gimnasios) nos ofrece la posibilidad de conocer gente nueva y mejorar nuestras habilidades sociales; y, por otro lado, el aumento de confianza y autoestima como consecuencia de hacer deporte puede ayudarnos a que las relaciones sociales nos resulten más fáciles.

Por tanto, gracias al deporte podemos conocer gente nueva, aumentando nuestros círculos sociales con personas que pueden enriquecernos y ayudarnos a crecer a nivel personal.

PRODUCTIVIDAD

El aumento de energía como consecuencia de la práctica de ejercicio nos convierte en personas más activas, lo cual puede ayudarnos a acrecentar nuestra productividad.

Además, el hecho de crear un hábito deportivo nos obliga a organizar nuestro tiempo dado que debemos compaginar el deporte con nuestras responsabilidades y el resto de actividades que llevemos a cabo. La organización del tiempo es, sin duda, indispensable para ser más productivos. Este aumento de productividad tiene como consecuencia un incremento de eficiencia en el rendimiento académico y laboral.

¿CÓMO CONSEGUIMOS LOS BENEFICIOS PSICOLÓGICOS?

Para que los beneficios psicológicos sean visibles la intensidad física debe ser moderada-baja, realizando ejercicio aeróbico, con una duración de 30-60 minutos, incluyendo movimientos rítmicos y repetitivos. Además, los beneficios psicológicos aparecen cuando incorporamos el deporte como un hábito en nuestra vida cotidiana.

¿CÓMO PODEMOS MAXIMIZAR ESTOS BENEFICIOS?

  • Realizando deporte con otras personas. Esto puede ser una manera de satisfacer nuestras necesidades sociales, creando nuevas amistados o consolidando las ya existentes.
  • Estableciendo recompensas.
  • Planificando qué hacer, cómo y cuándo.
  • Estableciendo objetivos realistas a corto, medio y largo plazo y anotando los progresos.
  • Percibiendo el deporte como un elemento de diversión en nuestras vidas.

Distorsiones cognitivas

¿CÓMO PERCIBIMOS LA REALIDAD?

A pesar de que todos percibimos la realidad a través de los mismos sentidos, cada uno de nosotros interpreta esa percepción de manera diferente, por lo que podríamos afirmar que cada persona configura su propia realidad. Esta interpretación de la realidad está condicionada por nuestras creencias y circunstancias, es decir, la realidad es subjetiva.

Para poder entender la realidad de otros, primero debemos entender que cada uno de nosotros es diferente, y después, debemos empatizar con el otro y sus circunstancias.

El hecho de que cada persona perciba una realidad propia, es el principal causante de discusiones y malentendidos, pero también de estados de ánimo negativos y visiones pesimistas de la vida. La forma en la que percibimos nuestra realidad influye directamente en nuestra autoestima, ya que todos nosotros tenemos pensamientos irracionales que distorsionan la realidad (la ocultan, ignoran o disfraza). Estos pensamientos se llaman distorsiones cognitivas.

¿QUÉ SON LAS DISTORSIONES COGNITIVAS?

Las distorsiones cognitivas son formas erróneas de procesar la información que percibimos que se podrían describir como malinterpretaciones de la realidad.
Estas distorsiones cognitivas son comunes ya que las personas creamos esquemas mentales a partir de nuestras experiencias, los cuales se activan cuando nos enfrentamos a diferentes situaciones que debemos interpretar.

Si conseguimos ser conscientes de estos errores cognitivos, podremos evitarlos y con ello prevenir estados emocionales negativos y desarrollar pensamientos objetivos, racionales y positivos. Si conseguimos hacer una interpretación objetiva de la realidad, es muy probable que nuestra autoestima aumente.

Para ser conscientes de ellos, lo primero que debemos hacer es conocer cuáles son estas distorsiones:

1. PENSAMIENTO DICOTÓMICO O POLARIZDO

Valorar las situaciones de forma extrema, ignorando los aspectos intermedios. Las cosas se valoran como buenas o malas, blancas o negras, maravilloso o terrible.

Ejemplos:

  • Suspendo un examen y pienso “nunca voy a aprobar esta asignatura, soy un inútil”
  • Discuto con mi pareja y pienso “no me quiere, no tiene interés en mi, no me conviene”
  • “No me quiere nadie” // “Me quiere todo el mundo”

2. SOBREGENERALIZACIÓN

Sacar una conclusión general a partir de un hecho aislado y aplicarla a toda nuestra realidad.

Ejemplo: No me llaman de una entrevista de trabajo y pienso “no voy a encontrar trabajo nunca”

3. ABSTRACCIÓN SELECTIVA O FILTRAJE

Filtrar una situación fijándonos solo en un elemento negativo e ignorando el resto, de manera que es ese elemento el que hace que valoremos la situación.

Ejemplo: Me he ido a cenar con mi pareja y durante unos minutos hemos discutido sobre el sitio al que ir. Pienso “la cena ha sido un desastre, estamos todo el rato discutiendo, ha sido una cita horrible”

4. INFERENCIA ARBITRARIA E INTERPRETACIÓN DEL PENSAMIENTO

Interpretar los sentimientos de los demás y los motivos por los que los otros hacen algo, adelantando ciertas conclusiones sin tener evidencia de ello.

Ejemplo:

  • Veo a alguien mirándome y pienso “eso es porque está pensando mal de mi, le caigo mal”
  • Un compañero de trabajo realiza mal una tarea y pienso “eso es que no se implica lo suficiente, le da igual el trabajo”
  • “Esa pareja está junta por interés mutuo”

6. MAGNIFICACIÓN

Evaluar los aspectos negativos dándoles mayor importancia de la que tienen.

Ejemplo:

  • Pierdo el tren para ir a trabajar y pienso “todo me sale mal, soy un desastre”
  • Discuto con un familiar y pienso “nadie me quiere, discuto con todo el mundo”

7. MINIMIZACIÓN

Evaluar los aspectos positivos restándoles importancia.

Ejemplo:

  • He conseguido un ascenso en el trabajo y pienso “tampoco es para tanto, solo éramos dos candidatos”
  • Apruebo un examen difícil y pienso “en realidad lo hemos aprobado casi todos, tan difícil no sería”

8. RAZONAMIENTO EMOCIONAL

Dar por hecho que si pienso y siento algo se debe a que es la realidad.

Ejemplo: “Si me siento un inútil es porque lo soy”

9. PERFECCIONIMOS, “DEBERÍA” Y “TENGO QUE”

Conjunto de normas rígidas sobre como deben actuar las personas. Si uno mismo no es capaz de seguir esas normas aparecen sentimiento de culpabilidad y enfado.

Ejemplos:

  • “Debo ser el amigo/hijo perfecto”
  • “Debo confiar totalmente en mi mismo”
  • “Tengo que cuidar siempre de los otros”

10. ETIQUETACIÓN

Atribuir etiquetas a uno mismo y a otros tras un hecho concreto.

Ejemplo:

  • Te dejas las llaves en casa y piensas “soy un desastre”
  • Alguien realiza una conducta que no te sienta bien y piensas “es un envidioso” o “es mala persona”

11. PERSONALIZACIÓN

Relacionar lo que ocurre a nuestro alrededor con uno mismo y compararnos con otros. Pensar que todo lo que dicen o hacen otros tiene relación con nosotros.

Ejemplos:

  • Oigo a una persona criticando a otra y pienso “seguro que lo dice por mi”
  • “Él es mucho mas simpático y agradable que yo”

12. VISIÓN CATASTRÓFICA

Adelantar situaciones catastróficas que van a ocurrir en nuestra vida, pensar en lo peor para uno mismo.

Ejemplo:

  • “Voy a estar siempre sola”
  • “¿Y si tengo un accidente de tráfico?”
  • “¿Y si le pasa algo a mi madre/padre/hermano?”

13. NEGACIÓN

Negar tus problemas, errores o debilidades.

Ejemplos:

  • “No me pasa nada”
  • “Me da igual, paso”
  • “No me importa”

14. FALACIA DE RECOMPENSA DIVINA

Pensar que todo el sacrificio hecho y todas las cosas buenas que realizas van a ser recompensadas por algo/alguien. Cuando esa recompensa no llega aparecen sentimientos negativos como ira e impotencia.

15. SESGO CONFIRMATORIO

Percibo y recuerdo cosas que encajan con mis ideas.

Ejemplo:

Si pienso que alguien es un desastre y siempre olvida todo, recuerdo únicamente las veces que ha olvidado algo importante o ha llegado tarde, pero no pienso todas las veces que ha hecho las cosas bien o ha llegado puntual.

¿CÓMO PODEMOS EVITAR LAS DISTORSIONES COGNITIVAS?

  1. Detecta los pensamientos negativos y los momentos en los que tienen lugar.
  2. Analízalos e identifica el tipo de distorsión con el que se corresponde.
  3. Cuestiona el pensamiento: ¿qué pruebas tengo para pensar eso?, ¿puedo hacer algo para comprobar si es real?, ¿cuántas veces ha ocurrido realmente?, ¿hasta qué porcentaje eso es así?…
  4. Reformula el pensamiento por otro que se ajuste más a la realidad. Por ejemplo: sustituye “no voy a encontrar trabajo nunca” por “no me han cogido, no pasa nada, voy a seguir intentándolo hasta que consiga trabajar de lo que me gusta”.

Aunque en un principio tendremos que hacer un esfuerzo consciente para seguir estos pasos, si logramos hacerlo con cada uno de nuestros pensamientos, podremos automatizarlo, consiguiendo que estos nuevos pensamientos aparezcan de forma inconsciente.

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